En El bosque, mi padre (Lesie, ojcze mój) la autora refleja la vida nómada de los gitanos romaníes, su relación con la naturaleza, el sufrimiento durante la Segunda Guerra Mundial y la amenaza constante por parte de los nazis. Este libro es un testimonio histórico de la tragedia de un pueblo marginado y perseguido, contado de primera mano a través de unos poemas cargados de un profundo lirismo.