Jugando en la oscuridad es el resultado de las cuestiones planteadas en tres conferencias pronunciadas en la Universidad de Harvard, así como la base del curso de Literatura Americana que imparto en la actualidad. En un medio académico abierto y exigente, he podido avanzar en esta investigación y poner a prueba ciertas ideas con unas alumnas y alumnos excepcionales, quienes han sido tan importantes para este trabajo que dedicar estas páginas a los cursos que he tenido el placer de enseñar en Princeton es un imperativo. Entre todas ellas, hay tres cuya ayuda en la investigación ha sido inestimable: Dwight McBride, Pamela Ali y, especialmente, Tara McGowan. En la transcripción de las conferencias a un formato legible fue muy valiosa la ayuda de Peter Dimock. Le agradezco su inteligencia y su elegante habilidad editorial, tan poco común.