Ocurre a veces, que comenzamos a no-ser, a ser-sin-saber-sin-conocer, sin-ser. Un día se nos escapa el entendimiento, nos abandona y vagamos sin saber. Cómo enfrentarse a alguien que pierde la memoria, que olvida pequeños gestos como vestirse, asearse... Durante la luna de las hojas que caen, nos acercamos levemente a un hombre que emprende el camino al más absoluto olvido. Un camino sin retorno, de forma inversa, para desaprender toda una vida.