Luisa Valenzuela teme a la muerte. Se mece en su regazo, pero le asquea su olor a oscuridad. No está dispuesta a dar el paso que le propone la peste anticipadora, esa encefalitis que la mantiene conectada a tubos y sondas. Se niega a cruzar el umbral. Regresa. Y aquí, doce años después, la tenemos entre nosotros en su esplendor, contándonos aquella batalla y estas otras, las que damos todos en pos de sobrevivir al Covid y a nosotros mismos. Crónica contemporánea del futuro, genealogía de una pasión escritural, este libro estremece en su profundidad para liberarnos, como se libera la autora, de toda impostura, abrazada