Liv falleció con seis años. Se adentró en el mar durante la noche y hallaron la barca hecha añicos a la mañana siguiente. O, al menos, ésa es la historia que sus padres contaron a las autoridades. La realidad es bastante distinta: Liv está viva y se esconde tras una pared impenetrable de objetos robados de aquí y allá que Jens, su padre, ha ido acumulando a lo largo de los años.